Vancouver, fue un viaje a mi interior, las preguntas del por qué estoy sola? por qué no tengo pareja? realmente eran las cosas que me preocupaban para poder trascender?
Mi viaje fue debido a mi proyecto de 100 retratos de mujer, fue un destino que puse en el mapa, fui a retratar a una sola mujer esa fue la primera intención, pero realmente era aprender a moverme, a saber que las oportunidades llegan en el momento preciso y que Dios te abre las puertas de una manera que a veces no estaban previstas.
Viajar sola, te hace mas segura, aprendes a ser mas acertiva y observadora. Y así fue, a mi llegada al aeropuerto conocí a unas mujeres bellísimas, mamá e hija son del Ecuador, la platica comenzó con una simple pregunta que siempre hago, español? Y si el cielo se abrió, no es que no sepa hablar pero la fluidez no se me daba. Tenia un horario abierto hasta la tarde que era mi encuentro con Lety, una mujer mexicana de Sinaloa que hace mas de 20 años se fue a radicar a Vancouver, en este y ese momento la pregunta de como empezar de nuevo fuera de tu país esta en mi cabeza.
Seguimos en el primer día, sin saber como funcionaba el metro, los autobuses y ni el mapa de la zona, me pegue con Yvonne y Nicole, a quién se le ocurre no ir con el mapa de la ciudad, solo a mí. Fue día genial, llegamos hasta la southvancouver al otro lado de donde yo debería estar, ese fue e regalo del día, conocer gente linda, conocer una zona bella y aprender a moverte en una ciudad que todo esta realmente organizado.
Sin estar totalmente organizado todo el plan cambio, cualquiera me diría que a quien se le ocurre irse sin tener un lugar seguro donde dormir, este viaje me enseño que Dios te pone en tu camino lo que necesitas. Dos grandes amigos me invitaron a quedarme en su casa por toda mi estancia, ellos temían que ir a cuidar unas mascotas a otra casa. Así, que vibrar en un país desconocido, no fue tan difícil cuando sientes que estas donde debes estar en ese momento.
Viajar sola, son experiencias de vida que te abren la puertas a tener diferentes desiciones que dependen de ti como vivirlas y la vida te da enormes regalos en el momento justo que lo necesitas.
La soledad es una oportunidad para conocerte y ser libre de cualquier apego, y donde solo tú decides como vivirla. Estar solo es aprender amarte a ti mismo y agradecer por amanecer cada mañana con la oportunidad de hacer mejor las cosas.
